The Rev. Elizabeth A. Eaton
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).
En el último año hemos aprendido lo resistentes que somos como iglesia y como pueblo de Dios. Ha sido un tiempo de dolor, pérdida, injusticia e incertidumbre. También ha sido un tiempo para aprender, escuchar y probar cosas nuevas que nos hizo salir de nuestras zonas de comodidad y hacia un mundo más digital. Esta iglesia perseveró de tantas maneras.
La organización nacional ha estado trabajando junto a todas las expresiones y ministerios de la ELCA y nuestros socios para proporcionar recursos, compartir historias, involucrar a los miembros y mantener vivos nuestros programas a medida que hemos ido cambiando nuestra manera de responder a la pandemia.
Quiero dar gracias por la generosidad de esta iglesia a través de su Fondo de Respuesta al COVID-19, por las extraordinarias maneras de conectarnos unos con otros, y por los métodos innovadores que muchos de ustedes utilizaron para que sus comunidades pudieran participar en el Evangelio. Gracias por su ingenio, y por saber que Dios tiene un plan para nosotros, y que es un plan lleno de esperanza.
Mientras miramos hacia el futuro, los invito a soñar conmigo por un momento.
Imaginen que más personas conocen a Jesús. Imaginen que creamos comunidades de amor y justicia a través del internet y en la vida real. Imaginen que nuestras comunidades en línea y las bancas de la iglesia están llenas de miembros nuevos, jóvenes y diversos. Imaginen que pasamos más tiempo colaborando con otros para causar un mayor impacto en nuestros vecindarios y en el mundo.
Ese es el futuro que quiero construir con ustedes. Todos hemos experimentado la capacidad de Dios para guiarnos a través de tiempos difíciles y a través de nuevas estaciones de la vida. Esta es una invitación a ser parte de algo que Dios está haciendo con nosotros y a través de nosotros. Nunca ha habido un mejor momento para compartir el camino de Jesús e introducir a más personas a la comunidad, la justicia y el amor.
En paz,
The Rev. Elizabeth A. Eaton, Obispa Presidente